Stuart Hughes se dedica a personalizar los dispositivos electrónicos de quienes tienen ingresos espectaculares. Un multimillonario australiano es el cliente más reciente. Él y su esposa tienen 2 modelos de celular más costoso del mundo, el iPhone 4 Supreme Desert Rose. Cada uno con 500 diamantes incrustados que suman más de 100 quilates. El costo es cerca de ocho millones. Stuart también ofrece un Wii de oro de casi medio millón de dólares y varias versiones del iPad recubiertas en metales preciosos.
El Nuevo Día
15/octubre/2010